Pasaremos por muchas circunstancias que creeremos desfavorables, sin embargo, analizándolas a fondo solo podemos dar gracias por vivirlas
La noche antes del Día de Acción de Gracias, mi esposa Kellie y yo escuchamos que nuestro sensor de agua activaba una alarma en el sótano. Supuse que el humidificador del horno se había desbordado. Cuando nuestros hijos se dirigían a la cama, bajé las escaleras para comprobarlo.
El horno se veía bien. Pero la alfombra en el área de juguetes estaba mojada y vi agua goteando por la pared. Después de que Kellie y yo empapamos las toallas con agua limpiando el desastre, llamé a un plomero tras otro. Casi me había rendido por la noche cuando alguien accedió a ayudarnos al día siguiente.
Esa noche sentí tantas emociones: pánico y el pavor de los días que se venían, sin agua potable, junto con la alegría de encontrar un plomero que estuviera dispuesto a trabajar durante las vacaciones. La mañana de Acción de Gracias, el plomero me mostró una sección de tubería de cobre detrás del baño de nuestro piso principal. Se había introducido un clavo de zócalo en la tubería, probablemente décadas antes.
El clavo se había desprendido levemente y ya no tapaba su agujero. El agua silbaba por la pequeña abertura, corría por la tubería entre las paredes y se acumulaba en el sótano. Pero eso no fue todo. Debajo de las tablas del suelo del baño, encontramos moho negro.
Cuando nuestras reacciones iniciales se desvanecieron, Kellie y yo reflexionamos sobre todo lo que teníamos que agradecer: la fuga se encontró antes de acostarse, no a las 3 am. Estaba en casa y no en un viaje de trabajo. Un plomero estaba disponible durante las vacaciones. Y la filtración nos alertó de la existencia de moho.
Dar gracias
Como pareja, decidimos tomar en serio 1 Tesalonicenses 5:18: “Dad gracias en toda circunstancia; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús”.
Desde ese día, no siempre me he acordado de dar gracias en todas las cosas. Pero mientras hago un esfuerzo por hacerlo mejor, los invito a unirse a mí. En esta acción de gracias, expresemos nuestra gratitud a Dios por todo lo que ha hecho por nosotros y todo lo que nos ha dado, independientemente de nuestras circunstancias. Después de todo, la gratitud no es solo una emoción reservada para las cosas agradables de la vida; es una decisión.